AQVA, en busca del paraíso perdido
Gabriela Roman
Hablar sobre la disminución de los recursos de agua potable suena a tema trillado pre-apocalíptico (con eso de que nos acercamos al 2012). Pero hoy mismo, resulta una tontería negar el hecho de que, más rápido de lo quisiéramos, nos estamos acabando el agua. En ese futuro cercano, AQVA. Desastre ecológico en un acto nos sitúa en una ciudad desolada donde cuatro personajes sobreviven, cazando insectos o produciendo artificialmente agua para beber. Pero que, antes de desfallecer sus esperanzas, un incidente los obliga a buscar el paraíso perdido donde tal vez los espere un reencuentro con el agua.
Así inicia una divertida historia, presentada en el Encuentro Estatal de Teatro 2009 en Morelos, que sinpalabras, al menos no del español, nos lleva a un excelente juego escénico. Un juego en el que el actor se enfrenta a un escenario vacío, en una obra donde la historia se construye a partir de convenciones, que el público acepta y sigue, y del trabajo del actor sobre su cuerpo y voz. En el escenario casi no hay elementos y, sin duda alguna, el público es capaz de transitar por todos los espacios de esa ciudad desolada. Sin palabras, se construyen fuertes lazos de comunicación entre actores y público. Basta la expresividad de sus cuerpos que, a través de gestos precisos y certeros, construyen una entrañable y lúdica historia.
